sábado, 29 de marzo de 2008

A propósito del viejo y conocido refrán: "Nadie es profeta en su tierra"....

Soto y Bonnet no terminaron bien su ciclo en SC

Julinho, Garay y Balerio fundamentales en la dorada década de los 90'tampoco tuvieron un final digno


Hondo malestar causó en gran parte de la hinchada rimense la decisión de la directiva del club Sporting Cristal de no renovarle contrato para la presente temporada 2008, a quien defendió con mucho profesionalismo, alrededor de quince años de su vida, la camiseta celeste; regalándole muchas alegrías y triunfos al club, como aquel formidable tricampeonato del fútbol peruano 94-95-96 y sobre todo por el papel que desempeñó en la obtención del subcampeonato de la Copa Libertadores de 1997, convirtiéndose así en uno de los más importantes referentes del equipo bajopontino en la actualidad, me refiero al polifuncional y ex seleccionado nacional Jorge “el Camello” Soto, a quien prácticamente se le separó del club sin tomar en cuenta, como ya mencioné, su amplia trayectoria en el club y su condición de ídolo que era para la hinchada cervecera. Jorge Soto no aguantó la indiferencia con la que era tratado en el Rímac, encajando este hecho perfectamente en el dicho “nadie es profeta en su tierra” y creyendo que aún podía regalarle unos minutos más al fútbol decidió marcharse al club victoriano de Alianza Lima, matando así la ilusión de ver a sus hinchas acabar su carrera futbolística en el club bajopontino. A pesar de que Jorge Soto fue por muchos años el jugador mejor pagado del futbol peruano pienso que su ciclo en el club debió terminar de una manera más decorosa, con una digna despedida.

Otro jugador sumamente identificado con Sporting Cristal, y también afectado por la ingratitud del club, fue el goleador argentino Luis Alberto Bonnet, quien a punta de goles se ganó un lugar en el corazón de los hinchas rimenses. El pelado es recordado también por ser uno de los pocos jugadores que con la casaquilla celeste superó la barrera de los cien goles y cuya actuación en la Copa Libertadores de 1997, al igual que la de Jorge Soto, fue determinante para llegar a las instancias finales en aquellos emocionantes encuentros con el Cruzeiro de Belho Horizonte. Actualmente vejado por el club rimense y no siendo del agrado del D.T Oblitas se encuentra entrenando con el equipo sub-20 celeste esperando que termine su contrato.

Sin irnos muy lejos fueron muchos los jugadores que pese a darle muchas glorias al club no tuvieron un final muy recordado en Sporting Cristal. Los jugadores más representativos que no tuvieron despedida fueron el brasilero Julinho, el uruguayo Julio César Balerio y el paraguayo Pedro Garay, tan trascendantales como Soto y Bonnet en la dorada década de los 90' del club bajopontino.

Pero ¿cuáles fueron los motivos que tuvieron los dirigentes celestes para no seguir contando con ambos jugadores y separarlos del club sin valorarlos como se merecían en la medida que dieron tantas glorias al club, ni importarles la condición de “ídolos”?

Acusados de “viejos” y de estar “acabados” para el futbol , argumentando su edad (ambos tienen 35 años), la institución cervecera decidió aplicar una nueva política de renovación deportiva en la que se piensa dar mayores oportunidades a los jugadores juveniles de las canteras rimenses, como es el caso de los ex jotitas César “Huevito” Ruiz y Danny Sánchez y de los sub 21 Gianfranco Espejo, Christian Ramos, Antonio Lizarbe, Janio Posito, Marcos Delgado y Manuel Tejada; también se decidió aplicar la proclamada “austeridad” económica al no haber hecho grandes adquisiciones tanto del mercado nacional como del extranjero debido a que el equipo celeste en la temporada pasada no estuvo entre los puestos de vanguardia ni luchando por el título nacional sino mas bien entre los últimos lugares del campeonato peleando incluso por no descender de categoría hasta las últimas fechas. Esto desencadenó una serie de medidas por parte de la Backus y Johnston, principal inversionista del club, que repercutieron en el plantel rimense como el no invertir mucho dinero para la presente temporada, obligándose así a tener que separar prácticamente del club a los ya mencionados jugadores, sin importarles sus trayectorias.

Así trataría de llegar a una conclusión lógica : Sporting Cristal al no saber valorar a sus jugadores evidencia algo que desde bien entrado el siglo XXI llamaría proceso de des-tradicionalización y muerte de los ídolos del fútbol como consecuencia de la conversión de los clubes de sociedades civiles en sociedades anónimas. El futbol siempre generó tradición entre la gente. Los hinchas iban a los estadios a ver a sus equipos que por su tipo de juego generaban expectativas entre la población, a sus jugadores carismáticos, talentosos y sobre todo emblemáticos ya que se identificaban mucho con su equipo y no se cambiaban de un equipo a otro (sobre todo al rival). Actualmente, los equipos de fútbol son manejados como empresas, o como “máquinas de futbolistas” donde lo que más les importa a los dirigentes es ganar dinero, obtener campeonatos pero ¿cómo? gastando menos. De esta manera Sporting Cristal desde hace 2 años fue el pionero en el futbol peruano en convertirse en S.A. Es en este momento en el que se dieron una serie de cambios drásticos en el club como la de retirar a los dirigentes tradicionales (los Bentín), nuevos colores de camiseta, poner en venta al club e incluso se estuvo a punto de cambiar el escudo por uno que no inspiraba representación alguna entre los hinchas. Así lo que más se perdió en la Florida con la conversión del club en S.A. y con el modelo de gestión corporativa fue la tradición.