miércoles, 7 de julio de 2010

Sudáfrica 2010: Un desagravio para la Historia del Futbol pero un agravio para el presente









Por Ernesto Moreno Ampuero (@Moreno__Ernesto)

Nadie olvidará este Mundial, aún no culminado e independientemente de quién campeone, porque si bien es cierto, por un lado, no nos dejará quizás muchos partidos para recordar por el pobre fútbol mostrado de algunas selecciones, pero, por el otro, sí por lo emocionante e infartante que fueron algunos otros en el desenlace final como los de aquellas selecciones que no se dieron nunca por derrotadas (destacable es el caso paraguayo y uruguayo).

Otro apunte que quiero resaltar de este mundial es que también sirvió como desagravio para la Historia del Futbol de muchos países que tenían guardados resentimientos contra algunas injusticias que se cometieron en el pasado, como Alemania -y su bronca por el gol fantasma de los ingleses que coadyuvó a que perdieran la final del Mundial de Inglaterra 1966-, los uruguayos -al meterse entre los 4 primeros lograron recuperar tardíamente la mística perdida en el tiempo que los hizo campeonar en los mundiales de Uruguay 1930 y Brasil 1950-, así como también la revancha pendiente de Holanda  de eliminar a Brasil, quienes lo sacaron del mundial EE.UU. 1994 en cuartos de final y de Francia 1998 en la semifinal (por penales).

El último desagravio que este mundial puede ofrecernos a los hinchas del buen fútbol sería la posible vuelta olímpica de los holandeses, en lo que acaso pueda ser también su revancha ante la historia al obtener la corona que les fue esquiva en dos ocasiones consecutivas tras disputar las finales de los mundiales de Alemania 1974 y Argentina 1978, perdiéndolas ante los mismos dueños de casa en lo que fue una memorable década de los 70', según mis papás y tíos, teñida del notable «fútbol total» de la «Naranja Mecánica» con Johan Cruyff a la cabeza.

Holanda, el "rey sin corona", que desea meterse entre los grandes, llega a la final luego de 32 largos años y está dispuesto a obtener su primera copa mundial en lo que podría resumirse como "a la tercera va la vencida". Analizando, brevemente, lo bien que juega este equipo holandés, quiero mencionar que desde antes del mundial reconocí en éste a un "outsider" o "tapadito" porque poseía una volante superlativa que llegaba con dos de los mejores volantes-atacantes de Europa: Sneijder y Robben, quienes habían metido a sus equipos, Inter de Milán y Bayern Münich respectivamente, en la final de la Champions League 2009/2010. Ahora, si bien es cierto esta "naranja mecánica" no tiene un Koeman, Van Basten, Davids, Rikjaard, Kruyff o un Bergkamp, esperamos que esta vez haga lo que las selecciones que la antecedieron no pudieron: campeonar.

Esta Holanda, sin brillar, demuestra mucha sobriedad con Gio Van Bronckhorst y Mathijsen en el fondo para que luego Van Bommel a pesar de las muchas faltas que comete se convierta en el Mariscal de ese medio sector al cortar los fluidos del equipo rival y finalmente despejarle el camino al que considero el verdadero cerebro del equipo, Sneijder, al juntarse con Robben, quien a veces es un poco displicente porque contra Brasil se falla el 3-1 y contra Uruguay el 4-1 que bien pudieron costarle caro. Complemento ideal es el extremo Dirk Kuyt que aunque siendo un delantero se pone el overol cumpliendo así una sacrificada labor táctica en beneficio del equipo, así como la del delantero Van Persie. Y todos sabemos del futbol que también aporta el Rafa Van der Vaart, titular hasta antes de la recuperación de Robben.

Insisto en que si Holanda no campeona ahora, no lo hará nunca. Tiene que reivindicarse ante la historia. Esta es su oportunidad. De lo hecho por Uruguay hasta el momento hay que resaltar por un lado el coraje y entrega de sus jugadores , se reconoce el compromiso y la actitud del equipo charrúa de luchar y no darse porvencido hasta el último minuto, eso no está en discusión así como la buena estrategia defensiva del maestro Washington Tabárez y la importancia de Forlán en el colectivo del equipo pero solo con eso no basta para ser campeones. Sería bueno juntar la garra, la entrega y el compromiso con un buen fútbol, cosa que Uruguay ni Paraguay lo tuvieron por eso perdieron sus partidos porque finalmente sus rivales fueron superiores futbolísticamente (España y Holanda) pero se van con la frente muy en alto. Pero, así como en todo mundial hay páginas memorables también están las páginas tristes o negras como la de la que considero una falta total la antideportiva, antiética y antirreglamentaria mano de Luis Suárez.

Uruguay jugó la semifinal amparándose en el antifútbol y en una injusta jugada donde a Suárez debieron suspenderlo por lo menos 3 meses y que quede como precedente para ver si alguien se atreve nuevamente a creerse "viv" y meter la mano alevosamente como lo hizo él acabando así de manera ilegal con la ilusión y esperanza de más de un millón de almas negras, la de un continente entero. Creo que mucho premio hubo por parte de la FIFA al suspender tan solo con una fecha a Suárez porque ayer debieron jugar la semifinal los ghaneses si no fuera por esa desleal mano que atentó contra el espíritu deportivo de sana competencia y fair play. Si no se pone mano dura esto nunca se acabará y al contrario elogiando estas traiciones al juego limpio estaríamos fomentándolas.

Asimismo, estoy a favor relativamente del uso de la tecnología en los partidos de fútbol como la pelota inteligente (que tiene chip para saber cuando cruza la línea blanca del arco y del campo) o con los banderines vibradores cuando alguien está en posición adelantada pero no con la del uso de la cámara o de las imágenes en el mismo estadio que traería demasiadas polémicas e interrumpiría mucho el juego. Prefiero el cuarto árbitro detrás de cada arco. Concluyo que con sanciones más drásticas se evitarían las manos premeditadas como la de Luis Fabiano, Maradona, Thierry Henry, Messi , etc. Si uno muere, muere de pie pero dignamente y con la frente en alto de haber dejado todo en la cancha pero no valiéndose de artimañas, deslealtades y jugadas antirreglamentarias, antideportivas y antiéticas que manchan la dignidad del espíritu deportivo y que, a mi juicio, son comparables con los dopajes.