sábado, 9 de abril de 2011

“O rei Pelé” y el Santos en el Perú por la Libertadores de 1965

El Rey Pelé en el Nacional

(El Comercio, 26 de febrero de 1965, portada)

Edson Arantes do Nascimento “Pelé” es reconocido por la FIFA como el futbolista más grande de todos los tiempos por ser el máximo goleador de la historia. Dotado de una envidiable técnica para jugar al futbol este talentoso mediapunta brasilero fue tricampeón con la “verdeamarela” en los mundiales de Suecia 1958, Chile 1962 y México 1970. A nivel de clubes, con su querido Santos de toda la vida, también obtuvo numerosos campeonatos nacionales e internacionales en Sudamérica. De todas las estrellas del balompié mundial que pisaron nuestro Estadio Nacional, el legendario Pelé ha sido, sin duda alguna, la más brillante de ellas. En varias ocasiones, sobre todo en la década de los 60’, este genio del balón visitó tierras limeñas, como en las acostumbradas temporadas internacionales de verano. La tercera visita de la “Perla Negra” al Perú _previamente había llegado en 1960 y 1964_ se produjo el viernes 29 de febrero de 1965 y fue para disputar un partido ante Universitario en una de las primeras ediciones de la Copa de Campeones _actualmente Copa Libertadores de América_. El Santos, considerado para la época como uno de los mejores equipos del mundo, arribaba con algunos bicampeones mundiales de la “Copa Jules Rimet” y del torneo interclubes como el portero Gilmar, el volante Zito, el puntero izquierdo Pepe y el mismo Pelé. Este gran equipo paulista era el candidato para llevarse por tercera vez el certamen subcontinental. Por su parte, Universitario participaba por ser el campeón peruano de 1964 y era dirigido por Marcos Calderón. Los cremas contaban con la presencia de algunos destacados jugadores nacionales como el golero Dimas Zegarra, el defensa José Fernández, los mediocampistas Nicolás Fuentes y Luis Cruzado y el delantero Ángel Uribe entre otros. Las expectativas del público peruano de ver una gran performance del Rey Pelé fueron creciendo a medida que se acercaba el día del encuentro. Las entradas se agotaron días antes del partido pues la semana anterior los cariocas con una gran actuación en Santiago golearon a la Universidad de Chile por un contundente 5-1. Este lance quedó en la historia pues hasta ese momento había roto récord de taquilla de cualquier partido jugado en nuestro primer escenario.

El match se inició a las 9:30pm y estuvo a cargo del árbitro paraguayo Rubén Cabrera. Como ya era costumbre en este tipo de encuentros Lima completa se volcó al Nacional y abarrotó con 45 mil almas sus cuatro tribunas. El partido se mostró muy intenso desde el inicio y tras un ataque fallido de los paulistas fueron los cremas los que dieron el primer golpe ante la sorpresa de los brasileros. El delantero merengue Víctor Calatayud abrió el marcador a los 6 min. tras burlar a la defensa carioca, ante la explosión de la hinchada merengue. La reacción del Santos no se hizo esperar y, pese a la asfixiante marca, este espléndido jugador mostró que lo suyo no solo era el gol sino también la habilitación. A los 15 min. Pelé luego de una gran pared con Pepe cede a Peixinho, quien bate al golero Dimas Zegarra. Nuevamente Pelé esta vez a los 39 min. entregaba un pase gol a Peixinho, quien marcó el definitivo 2-1. Casi al finalizar el primer tiempo el zaguero crema José Fernández tuvo la oportunidad de igualar el marcador pero falló el penal decisivo. El resultado para la segunda mitad no se alteraría pese a que los cremas lucharon incansablemente por empatar y replegaron al equipo paulista a su propia cancha. Fue un triunfo ajustado de los brasileros que si no fuera por la falta de contundencia de los peruanos habría terminado en un justo empate. Al finalizar el partido, rodeado de una gran cantidad de periodistas y flashes Pelé reconoció en los merengues como un cuadro aguerrido por haberles dado mucha lucha.

“Esa noche el Rey Pelé se vio impedido de realizar sus acostumbradas incursiones debido a la férrea marca de la defensa peruana que desbarató todo intento del astro brasilero” se leyó al día siguiente en El Comercio. “Pelé se quejó del juego brusco pero alabó el buen accionar merengue” titulaba La Prensa. Esto es cierto pues desde el banco merengue el técnico Calderón ordenó anular el trabajo del que era el jugador más desequilibrante del equipo rival. Al día siguiente el Rey Pelé y su séquito siguieron su rumbo por tierras sudamericanas pues su poderoso equipo tenía varias presentaciones por cumplir.


Min. 6 del PT: Calatayud elude la marca y anota el 1-0 para los cremas

Min. 39 del PT: Peixinho marca el definitivo 2-1 tras gran pase de Pelé

Min. 44 del PT: Fernández erra el penal y con ello el empate peruano

Gilmar, guardameta paulista, en excelente atajada salva a su equipo del empate

José Fernández, recio zaguero, fue el capitán de los cremas


domingo, 3 de abril de 2011

Di Stéfano «La Saeta Rubia» disparó en el Nacional en 1960

Espectacular panorámica del Estadio Nacional que lució repleto en el amistoso Perú-España
(La Prensa, 11 de julio de 1960, portada)


La "saeta rubia" es recibido con mucho entusiasmo por los aficionados en Aeropuerto limeño


El domingo 10 de julio de 1960, con un encuentro amistoso entre las selecciones nacionales de futbol de Perú y España, el Estadio Nacional se vistió de gala para recibir la visita del gran Alfredo Di Stéfano, formidable jugador argentino- hispano. La “saeta rubia”[1], considerado ese año como el mejor futbolista de Europa, era la figura máxima e ídolo del Real Madrid que había logrado la gran hazaña de conquistar por cinco años consecutivos la Copa de Campeones. Lima se convirtió así, por única vez, en el destino inicial de la serie de presentaciones que ofreció la poderosa “Furia Roja” por tierras sudamericanas. El plantel de la armada española que arribó a nuestro país acusaba la ausencia por lesión del destacado Francisco Gento aunque contó con la presencia de jugadores de primer nivel como Luis Suárez, crack del Barcelona o el golero Antonio Ramallets, entre otros. Por el lado peruano, la selección era dirigida por el húngaro Jorge Orth y estuvo conformada por futbolistas experimentados, donde destacaban Óscar Montalvo, Juan de la Vega y Joe Calderón, como por nuevos jugadores que tenían el honor de vestir por vez primera la camiseta nacional. A pesar de las notables ausencias de los atacantes que militaban en el exterior como Juan Seminario y Miguel Loayza las expectativas del aficionado peruano por ver a ambas escuadras fueron tan grandes que las entradas se agotaron el mismo día en salir a la venta. Esto es fácil de explicar pues en la retina de los hinchas aún estaba fresca la espectacular performance de la bicolor que el año anterior había goleado espectacularmente a la selección inglesa.
            El día del partido, en un ambiente de fiesta, nuestro primer coliseo deportivo lució un marco imponente con cerca de 50 mil personas que colmaron las graderías. Los fieles hinchas peruanos esperaban ansiosos de ver en vivo las genialidades de Di Stéfano pero sobre todo otro triunfo espectacular histórico de su selección. El match, a cargo del réferi chileno Carlos Robles, se inició a las 3:30pm luego del canto de los himnos nacionales de ambos países y del play de honor efectuado por el Vice-Presidente de la FIFA José Salom Maúrtua. La primera jugada de peligro fue un sorpresivo ataque peruano y se produjo a poco de iniciado el cotejo. El atacante peruano Carrasco desaprovechó una clara oportunidad de poner en ventaja a los locales al desviar su remate cuando estaba solo frente al arco y sin marca. A los 22’ min. fue Di Stéfano el que abre la cuenta al eludir al portero Zegarra y anotar a placer su gol tras aprovechar la excelente habilitación de Suárez quien le gana el balón por alto al peruano Fernández en una gran jugada. A los 44’ min., casi al expirar el primer tiempo, Suárez de un magistral tiro libre consigue el segundo de los ibéricos con que se van al descanso. En la etapa complementaria el trámite del partido no cambió mucho y los peruanos sin mucha cohesión en sus líneas e inoperantes como en la primera mitad se vieron superados físicamente por la mejor resistencia española. Así, a los 4’ min. los peninsulares aumentan la cuenta nuevamente por intermedio de Suárez quien aprovechó un entrevero y desconcentración de la defensa peruana para anotar el segundo gol de su cuenta personal y tercero de su selección. Luego de este gol vino una tibia reacción de la selección incaica que en su desesperación por descontar se fue con todo al ataque. El entreala Carrasco consigue el descuento a los 9’ min. tras internarse por el centro de la defensa hispana y vencer la valla de Ramallets de potente remate. Luego de este gol los españoles nuevamente toman el control de las acciones y el marcador no se movería más.

            Fue un justo 3-1 donde la jerarquía futbolística de Di Stéfano y Suárez equilibraron la balanza para los españoles y se hizo evidente la ausencia de los destacados atacantes peruanos. El público peruano, deseoso de ver un buen futbol, se fue apenado del Nacional por el resultado adverso pero contento por haber visto la categoría de la “saeta rubia”. Días después, los españoles siguieron su periplo por tierras sudamericanas en sus visitas a Chile y Argentina.




[1] Apodo recibido de la prensa deportiva debido a sus gran velocidad




Históricas alineaciones


Los españoles salen al terreno de juego.


Españoles y peruanos entonan sus respectivos himnos nacionales.

Min. 22 del PT: Di Stéfano bate al golero Zegarra y coloca el 1-0.
(La Prensa, 11 de julio de 1960, pág. 28)


Ramallets, portero español, mira cómo se salva su portería ante ataque peruano.


Min. 44 del PT: Luis Suárez de perfecto tiro libre pone el 2-0 a favor de los españoles.


Siempre incisivo en el ataque, la "saeta rubia" dejó satisfecho al público peruano.


A pesar de la férrea marca ordenada sobre Di Stéfano, el argentino-hispano pudo mostrar su futbol.


El balón disputado por el español Revilla y el peruano Montalvo


Min. 9 del ST: Carrasco de potente remate consigue el descuento para los peruanos.

Alfredo di Stéfano fue considerado por la FIFA como uno de los 4 mejores jugadores del S. XX