Pepitas del Mundial I

Raymond Domenech y su ciega e inquebrantable fe en la astrología

Raymond Domenech es actualmente quizás uno de los técnicos más controversiales y resistidos en el mundo futbolístico por muchas de sus desacertadas decisiones al mando de la selección francesa. Lleva en estos momentos sobre su hombro una de las más pesadas tareas que a cualquier entrenador se le podría encomendar: la de reeditar o superar la participación gala del mundial pasado donde sorpresivamente, luego de una pobre primera etapa, llegó a instancias finales inclusive perdiendo inmerecidamente el título a mano de los italianos en la tanda de penaltis. Pero, ¿qué misterios o enigmas envuelven a este irreverente ser? Odiado por muchos y amado por otros, este descendiente de exiliados catalanes en Francia es un fiel seguidor de la astrología y futurología oriental de la que por influencia de sus predicciones lleva a cabo la mayoría de sus convocatorias. Tamaño absurdo! Veamos, en el Mundial pasado dejó fuera de la lista de convocados a dos estrellas francesas del momento como Ludovic Giuly y Robert Pirés por el simple hecho de ser ambos del signo Escorpio, signo que a juicio de Domenech es contraproducente para el objetivo del grupo y asimismo estuvo a punto de obviar de su lista al goleador de Turín, David Trezeguet, a quien mantuvo la mayor parte del certamen en el banco de suplentes por ser del signo Libra, otro de los signos que para el polémico entrenador constituye una aberración. ¿Qué otra perlita nos ha dejado este seguidor de los sumerios y helenos? En otra de sus polémicas decisiones, acaba de dejar fuera de la lista a dos jóvenes promesas del futbol francés: Karin Benzemà del Real Madrid y Samir Nasri del Arsenal inglés generalizando así aún más el odio que sentíamos por él muchos de los seguidores del exquisito futbol galo. ¿Cuál es la explicación? Uno nació el 19 de diciembre y el otro el 26 de junio. Abra su periódico busque en la sección horóscopo el signo al que pertenecen dichas fechas y ensayaremos una hipótesis. Esperemos finalmente que los arcanos esta vez se muestren del lado francés. Por el bien del futbol y del espectáculo.